Hipermetropía y Lasik, una excelente solución.

 por Dr. Dukes..

UNA EXCELENTE SOLUCIÓN

La hipermetropía es un defecto ocular que consiste en que los rayos de luz que entran en el ojo procedentes del infinito, se enfocan en un punto situado detrás de la retina, en lugar de la misma retina como sería normal.

Aunque existen distintos tipos de hipermetropías, la causa más frecuente es la disminución del eje anteroposterior del ojo, determinada genéticamente.

El continuo esfuerzo de acomodación puede producir dolores de cabeza, fatiga visual, o en niños, incluso retraso del aprendizaje.

La hipermetropía es un defecto refractivo muy frecuente, puede ser tratado con anteojos, lentes de contacto o cirugía refractiva. El Lasik es la técnica preferida por la mayoría de los cirujanos oftalmólogos. Sus excelentes resultados la posicionan como la técnica más ventajosa para el paciente.

“El procedimiento quirúrgico que elimina el uso de anteojos o lentes de contacto, consiste en que se realiza un delgado colgajo en la córnea, es tan pequeño como la décima parte de 1 milímetro. Luego, con un láser excimer se moldea la córnea en forma muy cuidadosa y programada. Por último, el colgajo o flap se vuelve a colocar en su lugar, sin necesidad de puntos de sutura y finaliza la cirugía. Recientemente, los desarrollos tecnológicos han permitido trazar mapas de las diminutas pero importantes peculiaridades de cada persona. De esta forma, los mapas individualizados se utilizan para pulir cantidades precisas de tejido corneal. Este procedimiento se conoce como Lasik Personalizado”, explica el Dr. Jaime Dukes, cirujano oftalmólogo de Clínica Pasteur.

VENTAJAS

Algunas ventajas de la cirugía refractiva Lasik son el rápido período de cicatrización, un elevado índice de éxito y la capacidad de corregir una mayor gama de errores refractivos que otros tipos de cirugía. En la gran mayoría de los casos, el procedimiento Lasik representa un efectivo tratamiento de la hipermetropía. Sin embargo, algunas personas no son aptas para la cirugía. “Hoy en día disponemos de métodos diagnósticos muy sofisticados, que indican qué pacientes son buenos o malos candidatos para el Lasik y quienes debiesen optar por otras técnicas como la cirugía PRK o Láser refractivo de superficie . Este método tiene un período más largo de recuperación”, explica el Dr. Dukes.