EL OJO LLOROSO TIENE TRATAMIENTO.

 por Dr. Patricio Santiián.

Sea con medicamentos o cirugía es una patología que se puede curar.

Hay personas que están permanentemente secándose los ojos con un pañuelo. Parecen tristes, pero lo que tienen es una patología definida como “ojo lloroso” y está dada por un exceso de producción de lágrimas o una dificultad para eliminarlas.

En estos casos los ojos se ven más brillantes o tienen una acumulación de lágrimas sobre el borde del párpado inferior y en el ángulo interno del ojo, o bien las lágrimas se desbordan produciendo un lagrimeo que puede ser ocasional o permanente. “Si esta situación se prolonga en el tiempo habrá incomodidad para la buena visión y es frecuente la inflamación de los párpados y de la conjuntiva debido a la necesidad de estar secándose continuamente. Es una patología muy molesta porque altera la calidad de vida. Puede afectar a pacientes de cualquier edad, niños pequeños o pacientes añosos, pero las causas son diferentes en las distintas edades”, explica el Dr. Patricio Santidrián, cirujano oftalmólogo de Clínica Pasteur.

Para que el ojo tenga la humedad normal que permita la transparencia y la función visual debe existir un equilibrio entre la cantidad de lágrimas que se produce y la que se elimina, ya sea por evaporación hacia el ambiente o por un sistema de eliminación que conduce las lágrimas hacia las fosas nasales y la garganta.

“El exceso de producción de lágrimas se debe generalmente a una hipersecreción refleja originada por problemas conjuntivales o corneales, como las conjuntivitis de distintos tipos, especialmente las alérgicas, o algunas enfermedades de la córnea y otras que cursan con hipersensibilidad a la luz en que hay fotofobia y lagrimeo. Cuando existe el lagrimeo de un solo ojo hay que descartar siempre un cuerpo extraño o una úlcera, sobre todo si es reciente. También debemos recordar que hay condiciones ambientales que, como el frío, producen un lagrimeo natural. El smog y otros contaminantes ambientales por efecto irritativo también provocan aumento de la producción de lágrimas en forma refleja.

Si no se encuentran factores que expliquen un exceso de producción se debe buscar una obstrucción al paso de las lágrimas en algún sector de la vía lagrimal de drenaje u otras condiciones que expliquen porque el funcionamiento de estas vías no se realiza en forma eficiente” explica el Dr. Santidrián.

En los pacientes adultos las obstrucciones de este tipo son adquiridas y muchas veces hay que recurrir a la cirugía para lograr una comunicación directa entre el saco lagrimal y la fosa nasal. En los niños en cambio el problema es congénito. Los tratamientos para cada sector de la vía lagrimal de drenaje son distintos y van desde tratamientos médicos con antibióticos hasta el uso de diversas técnicas quirúrgicas. Una evaluación clínica por el oftalmólogo es fundamental para elegir el tratamiento más adecuado en cada caso.