ESTRABISMO INFANTIL
LA IMPORTANCIA DE ACTUAR A TIEMPO
El estrabismo es la falta de paralelismo de los ojos. Pueden desviar su dirección hacia la nariz, hacia fuera o en sentido vertical, un ojo más alto que el otro. Si no se trata a tiempo con parches y/o cirugía se corre el riesgo de perder la visión de un ojo o quedar sin visión tridimensional.
El Estrabismo es uno de los principales trastornos visuales que se presentan en los niños. Consiste en un desalineamiento en los ejes de la mirada entre ambos ojos. Si no se trata a tiempo, se corre el riesgo de comprometer la visión de un ojo. Esto afecta la visión tridimensional, tan importante para desplazarse con precisión.
Es normal hasta los 4 a 6 meses de edad que exista una descoordinación en los movimientos conjugados entre ambos ojos. Si esto se prolonga o se hace permanente, debe tratarse lo más pronto posible.
Uno de los tratamientos es mediante el uso de parches alternados que obligan a cada ojo a enfocar las imágenes, con eso se mantienen en uso y el cerebro aprende a ver con ambos. Si bien, no trata el estrabismo en sí, protege el potencial visual de cada ojo.
Otra parte fundamental del tratamiento es la corrección de cualquier defecto de refracción. A veces, se da un estrabismo convergente, es decir, se cruza la mirada en dirección a la nariz, en niños algo más grandes, entre 1 y 3 años, habitualmente. Este se asocia a Hipermetropia. Al comienzo es intermitente, pero podría quedar a permanencia. Este estrabismo llamado “acomodativo” responde muy bien al uso de lentes, si se hace de manera oportuna.
Si este tratamiento no es suficiente existen eficaces técnicas quirúrgicas que lo compensan. La recomendación es operar a los niños con estrabismo cuando se está seguro de la cuantía de este.
El estrabismo también puede manifestarse en adultos por causas que van desde traumatismos, trastornos del sistema inmunológico derivados de la glándula tiroides, tumores cerebrales, lesiones vasculares derivadas de la hipertensión o diabetes; hasta patologías visuales como el desprendimiento de retina o la cataratas. En la mayoría de los casos, el estrabismo en adultos también se puede corregir con cirugía.
La recomendación es realizar un control preventivo a todo niño a los 4 años. Desde esa edad y hasta los 9 años, la mayoría de los trastornos visuales más comunes tienen tratamiento, lo que evita desarrollar secuelas en la vida adulta. En los adultos, se recomienda un control anual a partir de los 40. Siempre en Oftalmología le detección precoz y tratamiento oportuno permiten optar a un mejor pronóstico.
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